Cuenta la historia, que aquel hombre un día su temeridad, lo llevo a recibir la luz, soñaba con recibir medallas profanas, los hijos de la viuda lo encerraron seis noches, seis días y seis tardes, en la cámara de reflexion, esperando que su corazón, acentuara su paz y encontrara sus internos sentimientos, el era un profano delirante, ansioso y sin temor, los lovetones le miraban de reojo, muchos lo rechazaban pero a el no le importaba, muy pronto el escocismo fijo sus ojos en el, tomaron el buril y con fuerza querían eliminar sus defectos y moldear su personalidad irreverente, no hubo ni un solo balaustre que pudiera detenerlo, ni apagar ni menguar sus pensamientos y emociones, purpura y magenta es su interior, no faltaron nunca abrazos fraternos de pensamientos diversos, bóvedas celestes decoradas, con abundante vino, los hijos de la viuda y su cruz escarlata siempre llevan a la comunión del vino y la sal. Muchos mandiles fueron manchados en el camino y muchos otros fueron destruidos...
Cuenta la historia que hubo un hombre, que utilizo muchas palabras secretas, y desprecio casi todas las palabras de paso, que camino por el omeyocan sonriendo, y es ápice de los registros. Que el caletre de su personalidad kalkiana era único en la casa de los hijos de la viuda, muchos quisieron apropincuarse a el, pero para el siempre fueron crestomatía efímera, Hiram Abif esta con el y tristemente también con ellos, al fin de cuentas son hermanos, unificados cuando son atacados de afuera hacia adentro, individuales dentro de su casa, pueden matarse entre ellos, pero no permiten que eso suceda de afuera hacia adentro, son hermanos ...
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