14/2/11

PENSANDO....CON BOCA DE PAISAJE...UN CIGARRO Y EL CANTO DE UNA AURORA



 
Ya son cinco claveles, cuatro atardeceres y muchas, muchísimas noches en los que mi espíritu a flotado, en el jardín de los sueños perdidos, ya los sentimientos convertidos en nostalgia; se convirtieron en lagrimas, enojos, sonrisas y un magnetismo coyuntural de piel, envuelta en la fogosidad de lascivia brutal, que sale de lo más profundo de las cavernas de lo material, de lo tristemente superficial y de lo aprendido de los pensamientos más tristes que la tristeza misma. Cada clavel de los cinco es más bello por el tiempo que ha vivido, que por la belleza de su existencia floral, no sé si les he contemplado como debí haberlo hecho, ni siquiera sé si me percate correctamente de la belleza de sus colores, porque viví en ellos como hormiga, cobijado bajo sus raíces y bajo la tierra que los nutria. He sido una especie de abono para la nostalgia y el frio de ellos,  me confunden con sus despampanantes movimientos que genera el rugido del viento. me mantengo atado a ellos por mi simpatía humanoide a la naturaleza, en cambio de los atardeceres guardo muy buenos recuerdos, los atardeceres son mágicos, son esplendorosos, pero es más esplendoroso lo que esta mas allá de ellos, que es simplemente el sol alumbrando con fuerza, a pesar de la penumbra que se apodera de él en cada tarde. Las noches, ahhh las noches, esas son románticas, lujuriosas, la luna se retrata en los cuerpos de los amantes más delirantes y de cuando en vez se oculta, para dar esa privacidad tan exquisita como el vino más añejo.
De todo esto, pienso un poco acerca de cuanto he vivido y de cuanto he sufrido. Sufrí tanto que no me percate que vivía, viví sin saber que sufría, sufría sin saber que respiraba; pero lo hacía por esa Rosa roja perversa del jardín de los sueños y eso genero esto, una locura, una total demencia que sale de algún  lugar decrepito de mi mente y que mi cerebro no puede identificar, por ser un Virus que carcome mis hortalizas mas verdes.
Después de reflexionar tanto acerca de esto, llego a la conclusión de que sigo vivo. La miel es dulce, el limón es amargo y ambos son buenos acompañados de algo, así que aquí estoy acompañando la causa.

ALEXEY GUBARR
gubarr@yahoo.com.mx

2 comentarios:

Anónimo dijo...

DE CUAL FUMAS AHORA LOROCO PSS ESTA VERGUNA LA PUBLICACION

Anónimo dijo...

A veces es necesario tocar fondo, en ciertos aspectos y poder valorar lo que se tiene, aunque al parecer hayan oportunidades perdidas, pero como usted dice, la miel es dulce el limónai amargo...ambos son necesarios para q la vida tenga sentido...