MEDITACION 2
Si estás o no estás, no es razón para no pensarte; si te vas o te quedas no es razón de ufano duelo; si acampas o destierras no es razón para que no vaya contigo; si luchas o haces la paz jamás será motivo para no darte mi amor; si este último te interesa o no, tampoco será motivo para que deje de idolatrarte. La idolatría es mala, mala la oscuridad y se logra caminar por ella; malo el mundo y vivimos en él.
Si te abres o te encierras no será motivo para que cultive mis francos pensamientos en el huerto del futuro; si me acaricias con cuchillo o con tu tersa mano jamás será motivo de falta de apetito a tu piel y a la esencia de tu ser; si alzas la bandera de la libertad me negaré una y otra vez hasta que el sol se oculte la luna salga y regrese de nuevo el sol; me negaré a izar mi bandera de libertad; si tus palabras suenan a suaves melodías o a sonidos volcánicos nunca será una razón de peso para dejar de lado ni un tan solo sentimiento hacia ti; si rezas me percinaré; si huyes correré; si matas escribiré con la sangre de tus victimas un te amo; si enfermas estaré a tu lado; aún si tuviese que luchar con dragones en celo de sus crías.
Suaves perfumes cobijan nuestro entorno, suaves luces rodean nuestra aura. Los destellos se traslucen como fuegos artificiales; tu sombra no es la mía, es la mía la que no me pertenece. Si aún así tus palabras fueran regaños del mismísimo infierno yo estaré firme como estatua, a tus pies, tan solo porque soy conocedor de que sientes.
ALEXANDER GUZMAN
gubarr@yahoo.com.mx
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