Hay que saber leer tus labios para poder, ver el esquema minucioso
de tus palabras, se necesita mas que la elemental dulzura para poder
escuchar los latidos de tu corazón, pero hay que tener una agudeza
mental para comprenderte, y cabalgar a tu lado sin marchitarse con
el sol ajeno.
hay que tocarte sin que sientas, quererte sin caricias, pensarte con
muchísimas imágenes, todas resguardándose de tu adivinación, cuando
callo y me muestro inerte del tiempo, hay que saber apartarse de ti
en el momento justo para no ser arrastrado por una ola negligente a
tu servicio, evitando así , no terminar siendo esclavo de tu lascivia
adorador de tus torrentes y enigmáticos pensamientos, pero sobre todo
hay que evitar conocerte.
ALEXEY GUBARR
gubarr@yahoo.com.mx
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