REFLEJOS
No sé si aprendiste, que la añoranza escribe en las nubes el nombre del amor; que cada uno de los suspiros que damos se convierte en lluvia y el papel donde escribimos los versos, descubre los latidos difíciles de ocultar.
Los sentimientos penden de las palabras escondidas entre las sombras; suspendidas en interrogantes, puntos y comas, descubriendo cada imagen que refleja el corazón. Son incógnitas que el resto del mundo desconoce; habitan en el llanto, la risa, el clamor y las horas transcurren de recuerdos pegados a la piel.
Agilizo mis esquemas al pensarte, salgo a tu encuentro… beso la humedad de la misma tierra bajo nuestros pies, imposible tocarte te oculta la niebla. Cuando nadie me ve, grito desde el silencio tu nombre sin ruido alguno aparente; pero, dentro hay una concertina gritando por ti. Eso me acorrala, me abraza y repite la melodía que me recuerda a ti, cuando cierro mis ojos para verte.
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