LA CHALUPA ME LO DIJO EN UN SUEÑO
Es más fácil decir que gusta el pescado si ya le sacaron las espinas; que si el curtido esta o no esta picante, que si la salsa es espesa o pura agua, las pupusas de aquí son tetelques, las de allá son sin sabor, los tamales están dulces. ¡Hay mija! y yo que madres sé, no nací con ese paladar indígena, pilpil, aborigen y autóctono; yo de toditas formas me dije, huy quesesto dios miyo será la reencarnación de la mujer del finado indio Atlacatl, a los dioses me encomiendo, ahora que pos si los dioses no existen, a mi mal humor me aferro y a mi cumita recién afilada. España maldita España, que te juiste y dejaste nada y ya naiden quiere cambiar, un día de estos le enciendo una velita al santito niño de atocha, agarro una cutacha y chucus chucus, cerceno de un pijazo tus inquietudes; tranquila Tiburcia, que no queremos sangre, que ni nos va servir pa, nada; y pos además quién quitella y nos quedamos a chiniar cipotes, al cabo que el maíz sobra para el atole, pero no me lo hagas pura agua, no seya que la cigüeña no se deje que me la coja. Digo, es que me dan revervellones poray, y pos ya no digo tanta mierda, no seya que me envadurne todo y me escasellen las cipotas bien galanas y pollonas; quesesto dios miyo, qui hasta en poesilla termino esta vaina; pero no es que seya una silla es poesilla me la agarraste Tiburcia o te enderezo con la vaina del colín un tu par, pa, que te pongas de toque y en la noche hacemos otro cipote y me salió en rima la cosa, vaya pues ya me voy pero de averitas ajuíciate mija.
ALEXEY GUBARR
gubarr@yahoo.com.mx
06/Mayo/2011
Etiquetas: tlacatl
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